¿Y si uno de las competiciones más importantes del mundo mirase a un futuro unido a la movilidad eléctrica?. Pues así es, el Dakar se ha marcado una serie de hitos para convertirse en una prueba libre de emisiones.

El proyecto “Dakar Futuro” pretende que, en 2030, los vehículos de competición hayan abandonado los combustibles fósiles, y utilicen sólo fuentes de energía renovables.

Este año nos queda la imagen del Audi RS Q e-tron con Carlos Saiz al volante y sus 10 etapas en el Dakar de hace unas semanas.

¿Pero es el RS Q e-tron un vehículo eléctrico?

Sí y no. Su propulsión lo es, ya que la energía se la proporciona una batería de 52 kWh de capacidad y dos motores eléctricos que en conjunto generan hasta 288 kW de potencia (386 CV). Lógicamente, los números nos llaman la atención. ¿52kWh alimentando nada más y nada menos que 288kW?. La realidad es que no es un vehículo eléctrico tradicional, sino un vehículo de autonomía extendida que utiliza un motor de combustión para alimentar la batería eléctrica. Esta almacena la energía generada por el motor, para mover los motores eléctricos. De otra forma sería técnicamente imposible mantener la cantidad de energía necesaria para recorrer una etapa de 700 km diarios en las condiciones de dureza y rendimiento que se exigen en esta prueba. Pero el paso ya está dado. Los equipos, baterías, el diseño de los motores, el mantenimiento, han demostrado funcionar en condiciones en los que todos hemos oído que las baterías convencionales pierden su rendimiento y se calientan peligrosamente.

Esta quizá será la entrada más llamativa de la movilidad eléctrica en el Dakar, pero el uso de la energía verde en competiciones en el desierto no se limita a este ejemplo. En enero de 2017, el “Acciona 100% Ecopowered”con 340 CV, fue el primer vehículo 100% eléctrico que consiguió superar todas las etapas, a pesar de necesitar una logística de apoyo compleja. El vehículo con tracción 4×4 y movido por electricidad recurrió a “electrolineras” móviles alimentadas por varios grupos electrógenos de 200 KVA transportados en camiones y capaces de desplazarse a los puntos de repostaje en ruta.

En full&fast apostamos por la movilidad eléctrica y disponemos de equipos de recarga portátil con potencias que van desde la recarga de emergencia 7-11kW, hasta la recarga de conveniencia con 50Kw, suficiente para que un vehículo prosiga su viaje hasta un punto de recarga de alta potencia. Nuestros equipos pueden servir de punto de recarga móvil en cualquier competición de vehículos eléctricos, llevando la energía allí donde la red eléctrica convencional no llega.

En full&fast estamos encantados de aportar nuestro conocimiento en eventos de e-movilidad. ¿Hablamos?

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